sábado, 24 de marzo de 2012


KOALAS 
El koala es un animalito realmente amigable que tiene el aspecto de un oso de peluche. Es un marsupial arborícola, con hábitos muy tranquilos similares a los de un perezoso. Su único hábitat es el este de Australia.
El koala alcanza una longitud corporal de 76 cm; el cuerpo es rechoncho y está cubierto de pelo suave y de olor marrón grisáceo. La cabeza es grande y redonda, y tiene unas orejitas peludas, grandes y redondeadas.
 
La dentadura del koala está adaptada a su dieta herbívora, y es similar a la de otros marsupiales como los canguros. Tienen afilados incisivos para cortar hojas al frente de su boca.
Viven en los altos eucaliptos (un árbol característico de países tropicales) y son exigentes con su comida, hay alrededor de 600 especies de eucaliptos en Australia, pero los koalas sólo comen alrededor de 120. Incluso, los koalas de ciertas áreas sólo comen cuatro o seis especies.
Un koala adulto come hasta un kilogramo de hojas cada noche. Un bosque de eucaliptos sólo puede sostener a un cierto número de koalas, por ello los animales en hábitats superpoblados o destruidos mueren de hambre, produciendo su inminente extinción.


 





Su nariz presenta un desarrollo particular, pues le permite olfatear las hojas y saber perfectamente cuales son comestibles y cuales le sentarían mal, a la vez que olfatea la proximidad de otros koalas, o sus rastros.





Los machos se distinguen de las hembras por la bolsa testicular, así como por la glándula que tienen en el pecho, y que desprende olor. Las hembras, a su vez, se identifican por la bolsa o marsupio. Además suelen ser más bonitas debido a sus facciones y a su menor estatura. Al contrario que en los canguros, la abertura de la bolsa se encuentra en la parte inferior de ésta. Los machos adultos pueden ser hasta un 50% más grandes que las hembras adultas, y, además de tener la curvatura de la nariz más pronunciada, la forma de su cabeza es algo diferente a la de las hembras.



 

Los koalas realizan la mayor parte de sus actividades de noche. Duermen 20 horas al día para no gastar energías. Sus depredadores naturales son los dingos, las lechuzas, las águilas, los varanos, los buitres y las serpientes pitón. También las épocas de sequía y los incendios resultan peligrosos. Por décadas su población ha ido en descenso debido a la expansión urbana, accidentes automovilísticos, y ataques de perros.
Otras de las principales causas de la extinción de los Koalas es la caza por su pelaje; lo utilizan para venderlo como piezas de colección o para fabricar costosos abrigos.
La extinción total de los Koalas podría darse en 15 años debido a la continua urbanización y a la destrucción del 80 % por ciento de los bosques templados de las costas este de Australia. La cadena alimenticia de los koalas es muy equilibrada, por lo que cualquier cambio leve puede traer consecuencias nefastas. Afortunadamente en la actualidad hay leyes australitas de protección para evitar el peligro de extinción de los Koalas.
Foca Monje del Mediterráneo 

La foca monje, la más antigua de las focas (también conocida como fraile o lobo marino) es una de las diecinueve especies de la familia de los fócidos que viven en la Tierra. Mientras que la mayoría disfruta con aguas gélidas esta adorable foca opta por las cálidas.
Huidiza, solitaria y temerosa, la foca monje es la especie española más escasa y uno de los diez mamíferos más amenazados del planeta. 

 

  



Su distribución se centra en el mar mediterráneo (excluyendo el mar Adriático), la línea costera del mar negro Búlgaro, y la línea costera de Marruecos. 




Al igual que el resto de los miembros de la familia de los pinnípedos, la foca monje reune un amplio conjunto de adaptaciones sobresalientes a la vida en el medio marino. Sus ojos, por ejemplo, tienen una córnea aplanada que le facilita la visión bajo el agua; fuera de ella su visión es más torpe.
Además ha desarrollado unas vibrisas que le ayudan a detectar las posibles presas en la oscuridad del mar. Aunque es extremadamente torpe fuera del agua, puede moverse en tierra firme gracias a las potentes uñas de sus aletas anteriores.
Sus hábitos alimentarios y su comportamiento rutinario son uno de los principales para la especie. Normalmente, durante la noche las focas suelen realizar inmersiones de cierta duración en busca de su alimento. Las monje mediterráneas se alimentan en las cercanías de sus lugares de descanso y juego, principalmente de peces o de invertebrados marinos como langostas, sepias, calamares y pulpos.
Para que una foca monje pueda empezar a tener descendencia tienen que pasar alrededor de tres o cuatro años. Durante los meses veraniegos de julio y agosto las focas se aparean. Si todo transcurre de manera adeacuada, en septiembre u octubre del año siguiente nacerá una cría. Salvo por el tamaño, los jóvenes apenas se diferencian de los adultos ; eso sí, son de color más negruzco y brillante.
 



 
Sin lugar a dudas, de forma directa o indirecta, de forma intencionada o no, el hombre es el principal responsable de la desaparición de esta especie. Algunos pescadores no ven con buenos ojos la presencia de este competidor y las persiguen. Las redes de pesca pueden convertirse en auténticas mallas de muerte para estos animalillos despistados.  




La contaminación marina causa estragos: contaminantes químicos que se comportan como disruptores hormonales que alteran los sistemas endocrino y reproductor e imposibilitan el mecanismo natural de la reproducción son una de las amenazas que ensombrecen el futuro de la especie. Debido a que los turistas ocupan la mayor parte de las costas mediterráneas más adecuadas para el descanso y la reproducción, muchas de éstas y también cuevas son ensuciadas, modificadas o degradadas obligando a las focas monje a abandonar sus áreas tradicionales.  


Ante este panorama, las focas se desplazan a lugares menos favorables y tranquilos. No resulta extraño ver como cachorros mueren ahogados por verse obligados a vivir en lugares inapropiados o a grupos de adultos que desaparecen por problemas en su nuevo hogar. Consecuencia directa de todo esto es la progresiva reducción del espacio vital de unos animales, que son, por naturaleza, territoriales y más o menos solitarios e independientes. Esto conduce inevitablemente a una mayor competitividad dentro del grupo y a una menos posibilidad de éxito para el individuo, el grupo, y la especie. Actualmente, las Islas Chafarinas, son el único lugar de la costa española donde existe la especie, representada por uno o dos ejemplares. Sin embargo, en 2008 cinco ejemplares fueron vistos en la reserva marina de Isla del Toro (Mallorca).  
 
 

Osos Panda 
Hemos querido que nuestra primera entrada en el blog hable de los osos panda, animal en peligro de extinción por excelencia (incluso es el símbolo del Fondo mundial para la protección de la naturaleza). Para aquellos que no conozcan a este simpático animalito haremos una descripción:
Se le da el nombre de oso panda a dos tipos de especies del orden de los carnívoros: el oso panda gigante y el oso panda menor o panda rojo.
El primero de ellos es el más conocido, gracias a su carita blanca y simpática( achuchable que diría Valentina), orejas y marcas alrededor de los ojos negra . Pueden llegar a medir  1,8 metros y los machos pesan entre 85 y 125 Kg. Los osos panda gigantes son omnívoros, pueden comer roedores, aves o incluso peces. Aunque su principal alimento es el bambú.

Sin embargo, cuando hablamos de “osos panda” nadie(o casi nadie) piensa en el oso panda rojo o panda menor.  Aunque si os digo que su nombre en inglés es Firefox, os suena un poco más, ¿verdad? Se trata de un animal herbívoro (aunque pertenezca al orden de los carnívoros), que suele alimentarse de brotes de bambú, raíces y hojas. Tiene un tamaño un poco mayor al de un gato doméstico, color de pelo rojo óxido, patas delgadas y cola larga, peluda y con rayas. Ambas especies comparten características de los osos y de los mapaches.

Ahora hablaremos sobre las causas de extinción. Los panda viven en regiones montañosas al este del Tibet y al sudoeste de China. En la actualidad apenas quedan 1600 ejemplares en libertad, y 200 en cautiverio. Podríamos enumerar variar causas de la disminución acelerada de esta especie:
En primer lugar podemos hablar de la destrucción de su hábitat natural con la tala masiva de  bosque de bambú. Estos osos viven libres al sudoeste de china. Algunas de estas regiones han sido declaradas reservas naturales, pero casi la mitad de los individuos de esta especie viven fuera de esta zona protegida. El bambú es una  planta que florece cada cien años y después muere, por lo que cuando todo el bambú haya sido talado, la extinción de este mamífero será tan rápida, que no habrá tiempo para que se regenere otra vez.
Otra causa son los cazadores furtivos (el pelaje del oso panda es muy preciado), que pueden ser condenados a cadena perpetua si cazan de forma ilegal a este animal.

Por otra parte, en cautiverio, los osos panda tienen una gran dificultad para reproducirse, debido a su timidez. Las hembras solo procrean una vez al año(el apareamiento se lleva a cabo en primavera). Pueden nacer una o dos crías, pero solo sobrevivirá una, ya que requieren muchos cuidados maternos.




Además, su madurez sexual comienza a los cuatro años, muy tarde en comparación con los quince años de media que suelen vivir (30 en cautiverio).
Cuando están en cautividad, estos mamíferos pierden el apetito sexual. Algunos cuidadores utilizan técnicas curiosas de motivación, reproduciendo vídeos de congéneres salvajes apareándose o sonidos de estos animales 
en celo. 




Hoy en día hay se han llevado a cabo técnicas reproducción asistida. Muchas fundaciones como  el “Proyecto de Clonación de Osos Panda” crean métodos para salvar al oso panda. Pero, hasta ahora, no han dado muchos resultados.
Evitar la desaparición de este adorable animal supone un desafío para los científicos encargados de la preservación de estos animales, los gobiernos e incluso la sociedad, ya que se trata del mamífero con más peligro de extinción del planeta. En Sichuan (por si acaso) se encuentra el mayor banco de células de osos panda del mundo, para conservar así sus características genéticas.